sábado, 1 de febrero de 2014

Hasta siempre, Luis

Me desperté a las 10 de la mañana, y lo primero que hice fue mirar los whatsapps. Uno de ellos decía: "Murió Luis Aragonés". Sorprendido, encendí el ordenador y consulté el As y el Marca. Ambos titulaban: "Fallece Luis Aragonés". Hacía pocos meses que había anunciado su retirada de los banquillos, aunque llevaba sin dirigir a ningún club desde su marcha al Fenerbahce en la 2008/09. Su muerte me hizo pensar que en seguida llegarían los mensajes de jugadores, periodistas y público en general alabándole y recordándole con cariño por su labor con la selección española, aunque no siempre fue así.

Luis Aragonés, veterano de los banquillos (Atlético, Barcelona, Mallorca entre otros), fue nombrado seleccionador nacional en 2004 en sustitución de Iñaki Sáez. España venía de ser eliminada en la fase de grupos de la Eurocopa de Portugal de ese año, por lo que la llegada de un técnico con experiencia como Aragonés suponía un, a priori, gran refuerzo.

La Roja se clasificó para el Mundial de Alemania vía repesca (como venía siendo habitual para nuestra selección) tras una fase clasificatoria en la que España ganó cinco encuentros y empató otros cinco. Sin embargo, no fue suficiente para ser primero de grupo, puesto que consiguió Serbia y Montenegro. La clasificación llegó tras imponerse a Eslovenia en la repesca con un global de 6-2.

En el Mundial, España quedó encuadrada en el Grupo H junto con Arabia Saudí, Túnez y Ucrania. Pasamos de ronda con un balance perfecto: tres victorias, ocho goles a favor y uno en contra. El debut mundialista ante Ucrania quedó para el recuerdo por el brillante partido de los nuestros: 4-0 con un fútbol brillante y este golazo de Fernando Torres. Ese encuentro dio optimismo general, especialmente en la prensa de Madrid.

Pero llegamos al famoso partido de octavos de final ante Francia, ese en el que íbamos a jubilar a Zidane (yo estaba de vacaciones en Almería y recuerdo esa portada como si fuera ayer). Hasta ese día, Luis Aragonés (quién había prometido dimitir si España no llegaba por los menos a semifinales) no había perdido ni un sólo partido como seleccionador en dos años. El partido comenzó bien para España, adelantándose con un gol de David Villa, pero finalmente los galos, a la postre subcampeones, remontaron y se impusieron por 3 a 1. 

Comenzó así una de las mayores campañas de la prensa para que Aragonés dimitiera o le cesaran (portadas, caricaturas, etc.), que se intensificaba con cada tropiezo del combinado español. La gota que colmó el vaso llegó tras la derrota ante Irlanda del Norte el 6 de septiembre de 2006. Ese partido pasará a la historia como el último partido de Raúl con la selección, aunque formaba parte de una limpieza que incluía a Juanito, Míchel Salgado, etc. Delanteros jóvenes como Torres o Villa venían pisando fuerte. El asturiano heredó el famoso 7 de España. Desde entonces hasta casi la Eurocopa de 2008, el debate sobre si debía ir o no Raúl se convirtió casi en pan de cada día, especialmente por parte de los Manolo Lama, Tomás Roncero y compañía cada vez que el jugador del Madrid marcaba. Todo culminó con una rueda de prensa de Aragonés y Raúl.

La Eurocopa de 2008 se iba a celebrar en Austria y Suiza. España se clasificó directamente para el torneo por primera vez en mucho tiempo. Lo que ocurrió después es de sobra conocido: juego espectacular y campeones de Europa casi siete décadas después. Entonces las tornas cambiaron: nadie se acordaba de Raúl, y la prensa pedía la continuidad de Luis, quien ya había dicho que dejaba la selección tras el final de la competición. El Sabio demostró personalidad haciendo lo que él quiso, continuando cuando nadie le quería y yéndose cuando todos le querían.

Hoy José Luis Aragonés Suárez nos ha dejado para siempre, pero su legado será eterno. El periodo Eurocopa-Mundial-Eurocopa fue posible gracias a él. Iker Casillas, capitán en los tres títulos, dijo una vez que el título más especial fue la Eurocopa de 2008 y tiene razón. Aunque se ganó el Mundial (lo máximo en el fútbol), realmente era esperado, porque partíamos como favoritos. Sin embargo, en el europeo de Austria y Suiza nadie nos daba como candidatos, y el fútbol desplegado por La Roja difícilmente se olvidará. Vicente del Bosque, su relevo en el cargo, es el que está cada poco recibiendo premios y más premios, pero gran parte se lo debe a Luis Aragonés. Su gesto con él en los Príncipe de Asturias fue la prueba de ello.

Gracias y hasta siempre, Sabio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario