Voy a hacer un inciso en el especial del All-Star Game porque el pasado 15 de marzo anunció su retirada mi jugador favorito de siempre: Vitor Borba Ferreira Gomes, más conocido como Rivaldo. A sus 41 años, el incombustible brasileño decidió dejarlo definitivamente, aunque es cierto que llevaba unos cuantos años alejado del fútbol de élite.
Lo "normal" sería que a mis 19 años mis ídolos futbolísticos sean Messi, Iniesta, Ronaldinho, Kaká, CR7 y demás jugadores que están o estuvieron en lo más alto del fútbol en la última década. Sin embargo la memoria aún me alcanza (tampoco soy tan mayor, hombre) para recordar al Barça de Rivaldo, Saviola, Luis Enrique, Kluivert, etc. Era un Barça que llevaba años sin ganar nada tras la marcha de Figo al Real Madrid. A pesar de ello, Rivaldo era un jugador tan espectacular que ni los que hay ahora le han podido quitar el puesto de ídolo. Ni no habrá. Cuando empecé a jugar a fútbol sala, cada vez que metía gol hacía siempre la misma celebración: levantarme camiseta cubriéndome la cabeza. ¿El motivo? Rivaldo. Lo hacía prácticamente siempre cuando anotaba.
Tenía regate, potencia, infinidad de recursos técnicos, y sobre todo gol. Mucho gol. Su mejor gol es indiscutiblemente aquel que le marcó al Valencia de chilena en los últimos minutos en la última jornada de liga. También era un especialista tirando faltas.
Recuerdo la rabia que me dio cuando se fue del Barça y puso rumbo a Milán. En Italia consiguió alzarse con el cetro europeo ante la Juventus. Fue la única vez que quise que la vecchia signora perdiera un partido, aunque fuese una final de Champions. Lástima que Rivaldo no jugase ni un minuto. Era evidente que sus mejores años ya habían pasado, aunque venía de realizar un excelente Mundial en Corea y Japón.
A principios de 2004 dejó el Milan e inició su particular gira por el mundo. Tras estar unos meses en el Cruzeiro, fichó por el Olympiakos. Luego se fue al AEK de Atenas (recuerdo enfrentarme a él varias veces en la mítica Liga Máster del Pro) y de ahí a uno de sus dos destinos más sorprendentes: Uzbekistán. Recuerdo el titular: 'Rivaldo ficha por el Bunyodkor uzbeko'. Yo pensaba que se trataba de su última parada en el mundo del fútbol pero no fue así.
En 2010 regresó a Brasil para ser jugador-presidente del Mogi Mirim. Dos meses después volvió a sorprenderme fichando por el Sao Paulo, uno de los equipos top de Brasil. Debutó con un golazo y metió 7 goles en 46 partidos. No estaba mal teniendo en cuenta que Rivaldo tenía 38 años. Sin embargo el Sao Paulo decidió prescindir de él y se fue a otro destino no menos sorprendente que Uzbekistán: Angola. Le esperaba el Kabuscorp SC. Ahí me di cuenta de que Rivaldo jugaba por diversión.
Tras un año fichó por el Sao Caetano y a principios de este año volvió al Mogi Mirim. Coincidir en un partido con su hijo le hizo ver que el relevo generacional había llegado y que ya era hora de colgar las botas para siempre. Sinceramente creo que este año el Joan Gamper tendría que estar dedicado a dos hombres. Uno de ellos Carles Puyol, por supuesto. El otro debería ser Rivaldo, que aunque no acabó bien su andadura en el Barça también se merece su homenaje. Los campos de fútbol te echarán de menos.
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