martes, 3 de febrero de 2015

Charlotte Hornets, el regreso de un clásico

Este año ha vuelto un nombre clásico de los años 90: Charlotte Hornets. Este nombre despareció en 2002, pero gracias a Michael Jordan, el zumbido de los avispones regresa a su ciudad de origen. Y con aspiraciones muy altas.

A finales de los años 80, con la rivalidad Lakers-Celtics llegando a su fin, y a punto de iniciarse la dinastía de los Bulls de Michael Jordan, la NBA se abrió a nuevos mercados. Nacían así cuatro franquicias: Miami Heat, Orlando Magic, Minnesota Timberwolves y Charlotte Hornets. Gracias a estos equipos hemos visto debutar a leyendas y superestrellas del baloncesto como Shaquille O'Neal, Kevin Garnett, Dwyane Wade y Baron Davis. Sin embargo, sólo las franquicias de Florida han pisado unas Finales y únicamente Miami ha logrado ganar un título.

Los Hornets nacieron en 1988, año en el que entraron en la NBA junto a los Heat. El nombre de la nueva franquicia fue sometido a concurso popular. El término Hornets (avispones) hace referencia a la denominación de la ciudad de Charlotte que hizo el gobernador colonial británico Charles Cornwallis durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Según Cornwallis, la resistencia de la ciudad a la ocupación de la Corona de Inglaterra fue tal que parecía que era “un nido de avispones”.

El estado de Carolina del Norte es uno de los Estados norteamericanos con más tradición dentro del baloncesto universitario (Wake ForestDuke y North Carolina). Con los Hornets, daba así el salto al baloncesto profesional. Contaban con el pabellón más grande la NBA en ese momento (25.000) y el respaldo de la afición fue espectacular, con llenos absolutos durante más de nueve temporadas. Pero los comienzos no fueron fáciles.

Con nombres conocidos como Kurt Rambis o Muggsy Bogues, los Hornets estuvieron en torno a las 20 victorias en sus tres primeras campañas. El fenómeno teal (verde azulado, color de la camiseta del equipo) logró su impulso con la llegada de dos hombres: Larry Johnson y Alonzo Mourning. Esta pareja interior, junto a Dell Curry (el padre de Stephen Curry), formaron un trío espectacular que llevó a los Hornets a Playoffs por primera vez en el año 1993. Avanzaron hasta segunda ronda, donde los Knicks de Pat Ewing le eliminaron. La era Mourning-Johnson duró hasta 1995, cuando el pívot de Georgetown fue traspasado a Miami. Johnson abandonó el equipo al año siguiente con destino Nueva York.

El vacío dejado por la pareja interior la cubrieron jóvenes con mucha proyección como Baron Davis Jamaal Magloire. Pero muchos se preguntan qué hubiera sido de la franquicia sin los acontecimientos del Draft de 1996. La camada de ese año es considerada como una de las mejores de la historia. Los Hornets tenían el pick 13, y eligieron a un chaval de 17 años recién salido del instituto llamado Kobe Bryant. El escolta, seguido de cerca por Jerry West (GM de los Lakers) en los días previos, pidió no jugar en Charlotte. Los angelinos enviaron a su pívot Vlade Divac a Carolina del Norte a cambio del joven Bryant. La trayectoria y hazañas de Kobe son más que conocidas.

Los Hornets siguieron siendo un equipo frecuente en postemporada, pero la asistencia al Charlotte Coliseum comenzó a bajar. Entonces, el propietario del equipo George Shin amenazó con trasladar el equipo si no se construía un nuevo pabellón. Una historia clásica del deporte norteamericano. Como la nueva cancha iba a tardar, los Hornets se mudaron a Nueva Orleans en el año 2002. Eso sí, Charlotte no se iba a quedar sin baloncesto.

En 2004, un nuevo grupo inversor liderado por Robert Johnson adquirió los derechos de la que iba a ser la trigésima franquicia de la NBA: los Charlotte Bobcats. El nuevo equipo no tuvo el mismo impacto que sus hermanos, ahora en Luisiana, sobre todo en términos de afición. La llegada de los Bobcats provocó una reestructuración en la NBA, con el nacimiento de dos nuevas Divisiones y con el traslado a la Conferencia Oeste de los New Orleans Hornets. Curiosamente, ambos ganaron el mismo número de partidos (18). Los Bobcats llegaron dos veces a Playoffs, 2010 y 2014, sin poder ganar partido alguno. Entre tanto, la peor temporada de la historia de cualquier equipo: 7-59, es decir un 10’6% de victorias. Ese fue el resultado de la gestión de Michael JordanHis Airness parecía más preocupado en recuperar la denominación Hornets que de mejorar sus Bobcats.

A finales de 2012, los New Orleans Hornets anunciaron que se cambiaban de nombre a Pelicans, animal típico de Luisiana. Jordan aprovechó para reclamar el nombre Hornets, y su deseo se cumplió: a partir de 2014, los Charlotte Bobcats pasarían a ser Charlotte Hornets. La pregunta que surgió fue ¿Qué pasa con la historia de ambos equipos: los Pelicans son herederos de los anteriores Hornets, pero los nuevos también lo son? La respuesta es muy sencilla:

  • Los New Orleans Pelicans (2013-presente) heredan la historia de los New Orleans Hornets (2002-2013), incluyendo el refugio en Oklahoma City por el huracán Katrina (2005-2007).
  • Los Charlotte Hornets (2014-presente), heredan la historia de los Charlotte Hornets originales (1988-2002) y de los Charlotte Bobcats (2004-2014).
  • Entre 2002 y 2014, NOLA Hornets/Pelicans tenían dos números retirados, el 7 y el 13, en homenaje a dos jugadores fallecidos: Pete Maravich (mítico jugador de New Orleans Jazz, actuales Utah Jazz) y Bobby Phills (jugador de Charlotte Hornets fallecido en 2000 en un accidente de tráfico). Con la nueva separación Pelicans/Hornets, el 7 queda retirado en New Orleans y el 13 en Charlotte.
El regreso oficial de los Charlotte Hornets se produjo el 29 de octubre de 2014, con una victoria en la prórroga ante Milwaukee Bucks. Un partidazo, especialmente de los titulares, que levantó de su asiento a todo el Time Warner Cable Arena, incluyendo Michael Jordan. Posteriormente, enlazaron tres derrotas consecutivas en partidos muy ajustados. Los dos últimos encuentros se saldaron con sendos triunfos, dejando un balance de 3-3.

Un clásico de los 90 que vuelve por todo lo alto con la intención de consolidarse. Con el Big Three Walker-Stephenson-Jefferson, ganar el primer partido en postemporada, y quizá algo más, es el principal objetivo. Tras un mal inicio, parece que la cosa puede salir bien, pero están al borde del KO. Tienen una afición entregada (quinta en afluencia de toda la liga) y un equipo joven. Si las lesiones y problemas extradeportivos se mantienen al margen, cualquier cosa es posible.