lunes, 14 de noviembre de 2016

El Pitu Abelardo, cien partidos como técnico del Sporting

El 3 de mayo de 2014, Sporting caía derrotado en Alcorcón por 1-0 con un gol del hoy sportinguista, Jean-Sylvain Babin. El tropiezo dejaba a los rojiblancos fuera de puestos del Playoff de ascenso a falta de cinco jornadas para el final de la Liga Adelante. El Consejo de Administración decidió destituir a José Ramón Sandoval y nombrar como nuevo técnico a Abelardo, que hasta entonces dirigía al filial en una segunda etapa. El Pitu estaba ante su gran oportunidad tras dirigir a Candás y Tuilla, aunque tenía ante sí el reto de clasificar al Sporting a la fase de ascenso. Tres victorias y dos empates después, lo consiguió. En la primera ronda, los gijoneses cayeron eliminados ante la UD Las Palmas tras dos derrotas por la mínima.

La buena noticia a pesar de no lograrse el objetivo fue el nacimiento de una estrella: Jony Rodríguez. El cangués, al que Abelardo conocía muy bien del filial, fue titular en el estreno del Pitu el 10 de mayo ante el Hércules y consiguió marcar en su debut con el primer equipo. Desde entonces se convirtió en el dueño la banda izquierda de El Molinón. 

La temporada 2014-15 fue la primera completa de Abelardo. La marcha de jugadores clave como Lekic o Scepovic (máximos goleadores del equipo) y el inició la sanción sin poder fichar jugadores por parte de la LFP hacía que, a priori, el objetivo fuera salvar la categoría sin mayores apuros. Abelardo se vio obligado a apostar por los chavales de Mareo: nacía el Sporting de Los Guajes. A los canteranos que ya estaban (Nacho Cases, Sergio Álvarez, Jony, Guerrero) se les sumó los Carlos Castro, Pablo Pérez o Rachid para formar un bloque que se caracterizó por su garra, entrega y compromiso. Así se demostró en partidos que parecían perdidos y que se acabaron ganado o empatando en los minutos finales. El nuevo Sporting de Abelardo Fernández no perdería su primer partido hasta la jornada 21. Contra todo pronóstico, el objetivo pasaba a ser el del ascenso directo, que se logró en la última jornada ante un Betis que no se jugaba nada (0-3) y al empate in extremis del Lugo ante el Girona. Fue el broche de oro a una temporada cuyo balance de 21 victorias, 19 empates y sólo dos derrotas.

En el año del regreso a Primera División, tres temporadas después, la sanción en fichajes se mantenía, pero esta vez se podría incorporar a jóvenes jugadores en calidad de cedidos. Antonio Sanabria y Alen Halilovic fueron las principales incorporaciones de un equipo que logró la salvación en la última jornada tras derrotar por 2-0 al Villarreal con goles de dos los jugadores más representativos del equipo de Abelardo: Jony y Sergio Álvarez. El choque ante el conjunto de Castellón fue la despedida de varios pilares como el propio Jony, Guerrero, Luis Hernández, entre otros. Para muchos aficionados, fue el fin de Los Guajes.

El centenario de Abelardo como técnico le convierte en el décimo entrenador con más partidos dirigidos. Su balance al frente de la nave sportinguista es de 36 victorias, 34 empates, 30 derrotas, un ascenso y una permanencia.

Más allá de los magníficos resultados, que también, lo mejor de estos dos años y medio de El Pitu en el banquillo de El Molinón fue la recuperación de una identidad para el equipo después de muchos años (Los Guajes) y la identificación de la afición con ese equipo. La irrupción estelar de jugadores salidos de Mareo como Jony o Jorge Meré, también es un punto a favor de Abelardo.

Por el contrario, la parte negativa es quizá el poco tacto del técnico con algunos de estos guajes, como el caso de Álex Barrera, Juan Muñiz o Álex Menéndez, que acabaron saliendo por la puerta de atrás tras toda una vida en el Sporting y apenas gozar de oportunidades para demostrar su calidad, sobre todo los dos primeros. Todos se quejaron de la falta de diálogo por parte de Abelardo y en el caso de Juan Muñiz el entrenador llegó a decir públicamente que no contaba por él porque no estaba entrenando bien, algo por lo que se tuvo de disculpar.

Cien partidos después, El Pitu tiene ante sí un reto igual de importante que cuando llegó: volver a mantener el equipo en Primera División. Para ello, debe dejar atrás la mala racha de siete partidos seguidos sin perder que ha generado las primeras dudas en torno a su figura.

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