Para entender el por qué de este descenso, hay que retroceder al pasado verano:
- La marcha de Diego Castro. El 23 de mayo de 2011 Diego Castro, el líder de este equipo desde el año del retorno, confirmó que se iba del Sporting. ¿El motivo? José Fernández no estaba dispuesto a darle el millón de euros que pedía para renovar. Días más tarde Fernández se despachó agusto diciendo que "Diego Castro no es Di Stéfano". Cierto, no es Don Alfredo, pero venía siendo el máximo goleador del Sporting los dos últimos años, con tantos decisivos como en Santander o en Coruña.
- Fichajes. En la Temporada 2010/10 el Sporting fue el segundo equipo menos golaedor. Solo ser el tercer club menos goleado del año compensó la poca efectividad de cara a la portería. Manolo Preciado pidió a un delantero (Nino), pero sin embargo su fichó a centrocampistas (Ricardo -2 partidos en total-, Sergio Álvarez -más de lo mismo-) por miedo a que André Castro no volviese. También se fichó a Damián para cubrir las bajas de Cote y Sastre. Tanto Ricardo como Damián han sido un completo fracaso. André Castro ha estado más flojo que el año pasado. Solo Trejo ha sido el fichaje que se acopló al 11.
- De Dios y Preciado. Emilio de Dios trayendo gente desconocida y Preciado callándose, el balance de fichajes fue pésimo. Sí fue en invierno, ante los rumores de la posible cesión de Marco Motta al Sporting, cuando Preciado dijo eso de "No se quien es ese".
- El pijama. 12 de julio. Unos días antes Óscar Trejo fue presentado en El Molinón con la nueva equipación...de entrenamiento. Finalmente, ese martes día 12 se presentaron las nuevas camisetas diseñadas por Kappa. Primero salieron los chándales, luego las camisetas de los porteros, más tarde la tercera (blanca) y la segunda (roja con una manga dorada). Llegaba el turno de la esperada elástica rojiblanca...que acabó siendo blanquirroja. Se montó una campaña para que se cambiase, porque no respetaba la historia del club (no entiendo para qué tanto cuento con cambiar de marca si después se quieren camisetas iguales). Al final, se cambió por una camiseta con un diseño y tejido más propio de un bazar chino. Un verano en el que se estuvo más pendiente de la camiseta que de los fichajes no podía desembocar en nada bueno.
Ya durante el transcurso de la temporada, las 7 primeras jornadas se saldaron con 6 derrotas y un empate ante el Racing. Tras perder en Sevilla, parecía que las victorias ante Granada, Mallorca y Getafe iban a dar el impulso necesario. Pero luego llegó la debacle ante el Levante y la caída fue imparable. Cuando perdieron ante la Real Sociedad, Preciado fue cesado. Le sustituyó Tejada, pero solo obtuvo un empate ante Osasuna y una derrota ante el Valencia. En esas dos semanas, a Tejada le dio tiempo a cargarse a Nacho Novo (quien sabe si con él en su posición la cosa hubiese sido distinta), que se fue a Polonia. La llegada -tarde- de Clemente le dio consistencia a la defensa. Barral, que en el campo hacía lo que le daba la gana, acabó apartado y entonces el equipo sí que rindió mejor. Sería la derrota ante el Villarreal la que sentenció al Sporting, aunque llegaron a la última jornada con opciones. Pero necesitaban una carambola que no sucedió.
El flojo rendimiento de pilares como De las Cuevas, Botía o Canella en la gran mayoría de encuentros también fue uno de los factores clave.
Ahora, con el equipo en Segunda, habrá que ver si no se desintegra la plantilla (probablemente se irán Botía y De las Cuevas) y se consigue regresar a la máxima categoría del fútbol español.
